martes, 22 de enero de 2013

Out

Natsuo Kirino, Out (1997)
"Cuando despertó al atardecer, Masako se sentía un poco triste. El hecho de que con la llegada del otoño anocheciera antes era bastante deprimente. Sin moverse de la cama, observó cómo el sol desaparecía paulatinamente para dar paso a la oscuridad.
En esos momentos, trabajar en el turno de noche se le antojaba insoportable. No era de extrañar que muchas de las mujeres en su misma tesitura acabaran neuróticas. Con todo, lo que las llevaba a la depresión no era tanto la oscuridad como la sensación de vivir con el paso cambiado, de ir siempre a contracorriente.
¿Cuántas mañanas había pasado atareada, sin un momento para respirar? Siempre había sido la primera en levantarse para preparar el desayuno y la comida, tender la ropa, vestirse, soportar el malhumor de su hijo y llevarlo a la escuela. Había vivido muchos días pendiente del reloj, yendo de aquí para allá, sin tiempo ni siquiera para hojear el periódico o leer un libro, durmiendo menos horas de las necesarias para llegar a todo y sacrificando los pocos días festivos para hacer la colada y limpiar la casa. Ésos habían sido días normales, inocentes y libres de la tristeza que sentía en esos momentos".
Cuatro mujeres muy diferentes (Masako, Yoshie, Kuniko y Yayoi) que trabajan en el turno de noche de una fábrica. El asesinato del marido de Yayoi. Un pacto de silencio con dinero de por medio. La yakuza. Un mafioso psicópata que desea vengarse. La policía, claro.
Como toda buena novela negra, Out retrata con eficacia los problemas de la sociedad japonesa del momento a través de sus protagonistas. Natsuo Kirino, la principal escritora del género de su país, se centra sobre todo en reflejar la dependencia económica e invisibilidad de muchas de sus contemporáneas.

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